Por JUAN LLADO
Nuestra industria turística está resurgiendo de las cenizas en que la sumió la pandemia. El pronóstico de nuestro ministro de Turismo de que cerraremos el año con un total de 5 millones de turistas parece bastante creíble, especialmente porque la recuperación del turismo caribeño es la mejor del mundo. Algunas inauguraciones de proyectos, incluyendo un parque temático, sugieren que, si el OMICRON lo permite, el próximo año tendremos una zafra aún mejor, tanto en términos de visitantes como en materia de inversión e ingresos. A continuación, algunas de las situaciones recientes que alientan al optimismo.https://www.caribbeannewsdigital.com/es/turismo/chta-predice-fuerte-repunte-invernal-para-el-turismo-del-caribe)
Lo primero es que estamos al tris de asestar el golpe mortal a la pandemia. Según el ministro de Salud nos faltan solo 425,000 personas por vacunar para alcanzar el 70% que nos daría inmunidad de rebaño. Se espera que eso se logre antes de las navidades. A pesar de que en Europa y Rusia se registran unos preocupantes rebrotes del virus, EEUU, nuestro principal mercado, tiene ya un 59.2% de la población doblemente vacunada. Con la reactivación del sector turístico a nivel mundial, nuestros protocolos de seguridad sanitaria y la reducción de los nuevos contagios locales hay razones para pensar que atravesaremos el invierno turístico exitosamente.
Una señal inequívoca del vigor de la recuperación de los flujos turísticos es la noticia de que la semana pasada el Aeropuerto de Punta Cana recibió 400 vuelos. Debemos sentirnos complacidos con esa noticia en vista de que ese número había venido subiendo constantemente en los últimos meses y de que antes de la pandemia se recibían 500 vuelos semanalmente. El hecho de que se estén recibiendo cinco vuelos semanales desde Rusia –incluyendo dos desde Siberia— y que su línea aérea Nordwind tenga programado cinco más a Puerto Plata y Samaná son también buenas señales. Rusia es el tercer mercado emisor para nosotros después de EEUU y Canadá, habiéndose recibido más de 200,000 rusos en el 2019. Para completar se reporta que unos 50 cruceros visitaran el país el mes próximo.
Por otro lado, aunque la pandemia ya no es castrante, la peste marina del sargazo nos seguirá molestando. Con el aumento de las temperaturas que provoca el cambio climático ya son dos frentes oceánicos que nos traen esa alga: norte del Atlántico y frente a las costas de Brasil. Sin embargo, el país está enfrentando el problema con la licitación de un “sistema de contención del sargazo” que copatrocinan el gobierno y ASONAHORES. En adición, el fétido olor que se desprende de la planta cuando se instala en la playa será cosa del pasado en vista de que la empresa Algaenova ha instalado una planta en Punta Cana para la transformación y valorización del alga. Con ella se producirá abono orgánico, platos desechables y compostables y biogás (metano) para la producción de energía eléctrica.
El sargazo será un moquillo pasajero. En México están ya produciendo briquetas de sargazo para viviendas, mientras INTEC participó en un proyecto de investigación para usar el sargazo en el tratamiento de aguas residuales. Y para demostrar nuestra sensibilidad ante cualquiera amenaza al turismo, algunos estudiantes del INTEC han desarrollado una herramienta para predecir el fenómeno y su impacto en el Caribe. Un sistema de cámaras de alta resolución montadas en un satélite espacial nos dará la capacidad para pronosticar la fecha, el lugar y la cantidad de sargazo que llegará a las playas del Caribe en cada temporada, facilitando así su recogida antes de llegar a las costas. Eso nos permitirá estar mejor preparados para hacerle frente y sacarle provecho.
Otro impacto negativo del cambio climático sobre el turismo es la erosión creciente de las playas “por la degradación de los arrecifes de coral”. La erosión también la causa el aumento del nivel del mar y “la construcción excesiva en las zonas costeras”. El problema a nivel mundial es tan grande que ha convertido a la arena en el bien más demandado después del agua. En el país las playas más afectadas hasta ahora son Boca Chica, Bayahibe, Bávaro y Samaná. Ya ANAMAR está trabajando para identificar y mapear los bancos de arena que pudieran suplir el material para regenerar nuestras playas. Pero no debe sorprender si en un futuro cercano tendremos que comprarle arena a Marruecos para estos fines, tal y como lo hacen Cancún y las Canarias.
Las buenas noticias, por su lado, no han escaseado últimamente. Una ha sido el incremento en el salario mínimo de los trabajadores en un promedio de 23%. Según el ministro de Trabajo, “este acuerdo representa un hecho histórico para los trabajadores de este sector, por ser el de más alto porcentaje de los últimos 17 años y porque, además, el mismo tendrá una aplicación retroactiva al mes de agosto de 2021.” El aumento “prácticamente duplica porcentualmente el índice de inflación acumulada desde el último aumento al sector, el cual se aplicó para agosto de 2019.” Sin embargo, los sindicalistas han considerado que el aumento debió ser por lo menos un 40% para contrarrestar la inflación y porque el mínimo en el sector está por debajo del mínimo de las microempresas. De acuerdo al MITUR el sector turístico genera 181,000 empleos formales –de los cuales 80,332 están en el subsector hotelero– en 7,970 empresas.
Otra gran noticia reciente es la del acuerdo a que llegaron los taxistas del este con Uber. El conflicto entre ambos estaba amenazando con dañar la imagen de nuestro destino turístico porque creaba una atmosfera propicia a la violencia, inclusive con las absurdas medidas adoptadas por el INTRANT sobre el lugar de abordaje de los pasajeros para los taxistas de Uber. Con la efectiva mediación de altos funcionarios gubernamentales, los 4,500 taxistas tradicionales de la región este ahora se afiliará a la plataforma de Uber bajo un régimen especial. Aunque no se ha especificado en que consiste ese régimen especial, el ministro de Turismo dijo que el mismo se aplicará a todo el país.
En materia de desarrollo sectorial se destacan dos situaciones particulares. La primera es la inversión anunciada de US$400 millones por parte de la cadena hotelera Meliá para la construcción de dos nuevos hoteles, lo cual iría unido al desarrollo de un gran parque temático (Katmandu Park). Esta será la segunda inversión más grande después de la del detenido proyecto de Moon Palace, la cual está cifrada en US$600 millones. Queda claro que el país continúa atrayendo inversiones hoteleras y, por tanto, se espera que también atraiga inversiones para el renglón de turismo de salud. En vista de su enorme potencial, recientemente el presidente Abinader anunció la creación de fondo especial en el seno del Bandex para estimular este subsector.
Resulta engorroso decidir, por otro lado, si la posposición de la reforma fiscal ha sido buena para las empresas del sector turístico. Para contrarrestar los efectos de la pandemia ellas han recibido un trato muy favorable en materia impositiva–diferimiento del pago de impuestos, apoyo con el financiamiento, etc.—pero todavía queda pendiente la decisión sobre la eliminación de los incentivos fiscales. Todas las agencias multilaterales lo están recomendando, pero por supuesto ASONAHORES y algunas voces de personajes locales se oponen. El Ministerio de Hacienda estimó el monto del gasto tributario correspondiente en RD$5,000 millones para el 2016, pero la decisión final tendrá que esperar el diseño del esperado Pacto Fiscal.
Al cuadro anterior se suman las halagüeñas perspectivas mundiales para el 2022. “Las últimas proyecciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo muestran un fuerte crecimiento en el gasto internacional para 2022 y más allá, que se proyecta que superará el gasto interno en 2022, a medida que más destinos alivien las restricciones y las tasas de vacunación continúen aumentando.” “La recuperación global del sector de viajes y turismo está acelerando, y se prevé que la contribución del sector al PIB mundial aumente en un 30,7% en 2021 y un 31,7% en 2022.” “Las Américas continúan liderando la recuperación general con un 36,8% proyectado del crecimiento del PIB de Viajes y Turismo este año, liderado por el Caribe (47,3%) y América del Norte (37,9%).”
Ante tan auspicioso panorama se justifica entrar al mes de diciembre sintiéndonos optimistas respecto a nuestra industria turística. Pero debemos mantenernos alertas para evitar ser nosotros los culpables si ese panorama se oscurece o se daña por falta de diligencia. Una nueva variante monstruosa de la COVID que ha aparecido en Sudáfrica es un factor de preocupación como para que nuestra alerta no decaiga. Afortunadamente, ya las autoridades han prohibido vuelos que pudieran traer pasajeros desde seis países de África del Sur donde se concentra el OMICRON.