Por Eddy Pereyra Ariza
Las ventajas que pueden tener algunas personas sobre otras, es utilizada como privilegio. Aunque en la mayoría de los casos el privilegio puede ser producto de irregularidades, sin embargo, existen ciertos derechos o privilegios que son considerados legales y que la sociedad acepta. Generalmente las palabras privilegios financieros, materiales o psicológicos, son utilizadas en el contexto de desigualdad social.
Pues bien, las 10 medidas anunciadas por el presidente Luis Abinader, para afrontar la crisis económica importada que golpea al país por el enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania, que implican subsidios sociales, no constituyen un privilegio, sino deberes de justicia, especialmente para las personas que viven en estado de pobreza o vulnerabilidad.
Creemos, que, con ellas, se inicia el rompimiento con los privilegios elitistas y discriminatorios que le dan vigencia a componentes importantes de las desigualdades sociales.
Los dominicanos nos habíamos acostumbrado a soportar los privilegios, viendo las conveniencias siempre acordes con intereses particulares, pero el presidente Abinader, nos da una señal de que el país puede cambiar, cuando en tiempo de crispaciones , situaciones extremas que ponen en riesgo la estabilidad de las familias, sacrifica la marcha de las obras del Estado que probablemente le generarían mayor capital político y pone esos recursos públicos en favor del bienestar de la sociedad.
Otros líderes, en situaciones similares, tenían procederes diferentes para tener ganancias políticas. Salían a dar onerosas prebendas con privilegios o en otra escala menor, raciones alimenticias excluyentes, para neutralizar la opinión, asegurar o conquistar el beneficio electoral, sin importarles el camino de la supervivencia mayoritaria.
Gobernar para todos los dominicanos con énfasis en los que menos pueden, lo demuestra el presidente Abinader con este tipo de medidas, que constituyen y refuerzan, una visión y una práctica de orden político que tenderá a reproducirse en sectores sociales como un método llamado a desarticular privilegios.
Aranceles cero para la importación de aceite, mantequilla y margarina, leche en polvo. grasas comestibles, enlatados, pollo, ajo, pastas, habichuelas, harina, pan, carne de cerdo y de res. Subsidios por cuatro meses a los combustibles; subsidio hasta un 10%, las importaciones de maíz, trigo, soya, harina y grasa vegetal, suspensión por seis meses del pago de los préstamos del Banco Agrícola, además, subsidiará hasta un 10%, las importaciones de maíz, trigo, soya, harina y grasa vegetal, durante un período de 6 meses, entre otras acciones, es un gran alivio al sacrificio que nos obliga llevar la guerra.
Con esas medidas, el presidente Abinader ha colocado un escudo social, para proteger a los dominicanos. Ha dado un favorable paso, aun cuando, hay que considerar, que cuando las circunstancias lo permitan, el sacrificio debe recaer no sólo en el gobierno social, sino en los burócratas con privilegios irritantes, como los legisladores y en aquellas élites que han acumulado y acumulan grandes fortunas sin producir empleos, ni darle beneficios a la República.