Por Esteban Delgado
Ante las dificultades que provocaría una reforma fiscal en medio de la crisis económica que, como efecto de la pandemia afecta al país, el equipo económico del Gobierno ha identificado una alternativa para justificar un mayor endeudamiento que cubra el creciente déficit fiscal, sin que se vea como un exceso al medirlo como porcentaje del producto interno bruto (PIB).
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, informó esta semana que la economía crecerá este año entre un 8% y un 9%. “Si eso sucede así -agregó el funcionario- el ratio de la deuda, si es 8%, va a disminuir de 70% del PIB a 62% del PIB”.
En tanto que el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara Hatton, dijo que, ante la posposición de una reforma fiscal, el Gobierno tendría que seguir recurriendo al endeudamiento público para compensar el déficit fiscal.
“Es probable que el año que viene, tengamos que seguir con esta situación de endeudamiento hasta que se pueda hacer la reforma fiscal”, dijo Ceara Hatton en una entrevista en el programa El Gobierno de la tarde, que se transmite por la Z-101.
La opción de seguir recurriendo al creciente endeudamiento público, que a mayo de este año se colocó en 74.3% del PIB, se debe a que el presidente Luis Abinader ha dicho que las condiciones actuales no se prestan para una reforma fiscal, por lo que habrá que esperar.
No es suficiente
Pero aunque existieran condiciones para una reforma fiscal, su aplicación no sería suficiente como para garantizar un incremento de los ingresos fiscales por el orden del 3% del PIB, que es el déficit estimado para este año, aunque el ministro de Economía reconoce que será más alto al final de este año.
Cada punto porcentual del PIB equivale a alrededor de RD$48,000 millones. Tres puntos serían RD$144,000 millones y no hay forma de crear, aumentar y ampliar los impuestos a niveles que impliquen un incremento de las recaudaciones por ese monto, lo cual indica que, aun con la reforma fiscal, el endeudamiento público seguiría adelante.
La otra opción es la de reducir el gasto público. Ceara Hatton dijo que antes del covid-19, desde su Partido Revolucionario Moderno (PRM) estimaban que podría reducir el gasto innecesario en alrededor del 2% al 2.5% del PIB. “Pero la pandemia hizo que los gastos aumentaran”, agregó.
De su lado, el gobernador del Banco Central, en su intervención durante la Mesa de Trabajo por la Crisis Internacional de Precios, dijo que el ratio de la deuda puede bajar entre siete y ocho puntos porcentuales frente al PIB. Con esa afirmación, se deja entender que ese sería el margen en que el Gobierno pudiera endeudarse el año próximo, en caso de que no haya posibilidad de una reforma fiscal que implique aumento de tasas impositivas en medio de la crisis que afecta a los sectores productivos del país.
En los primeros cinco meses de este año la economía ha mostrado un rebote ponderal positivo con un crecimiento de 13.4%, mientras los pronósticos del Banco Central indican que este año podría cerrar con un crecimiento entre 8% y 9%.
Distintas proyecciones
El ministro de Economía, Miguel Ceara Hatton, coincide con el gobernador del Banco Central en que un crecimiento económico bajaría el ratio de la deuda pública como porcentaje del PIB, aunque no se reduzca la deuda en términos absolutos. Sin embargo, el economista estima un crecimiento de 7.5% del PIB y no de 8% o más como plantea el Banco Central, además de que no cree que el ratio sea de ocho puntos porcentuales, como plantea Valdez Albizu.
“Ese número, yo me lo encontré muy alto, esa reducción. Inclusive, he hecho un ejercicio no muy riguroso y me daría una baja del ratio un poquito menor. No tanto, aún con un crecimiento del 8%”, dijo el funcionario.
Agregó que una posposición de la reforma fiscal, por no existir condiciones para su aplicación ahora, sumado a la imposibilidad de reducir el gasto público, debido a que hay más demanda de recursos por la pandemia, obligan a seguir usando el endeudamiento público como complemento del presupuesto ante el inevitable déficit fiscal, que si bien se estimó en un 3% del PIB en el presupuesto de este año, es posible que termine siendo mayor.
“Yo no creo que podamos alcanzar el 3% (del PIB como déficit fiscal), probablemente un poco más va a ser el déficit fiscal (de este año)”, agregó.